Los padres
tenían a su cargo la educación de los hijos pequeños, a los que llevaban a las
labores del campo. Les enseñaban a emplear utensilios domésticos y a efectuar
sencillas tareas caseras. Si eran menores de ocho años y cometían alguna falta
sólo los aconsejaban y amonestaban, pero después de esa edad eran corregidos
con varios castigos corporales.
Cuando cumplían
13 o 14 años, los varones debían trabajar por su cuenta y las niñas laborar en
la cocina, hilar y tejer, hasta que se casaban, entre los 16 y los 18 años.
La educación
empezaba después de los 15 años en dos escuelas: el telpochcalli, destinado a
los plebeyos, quienes recibían entrenamiento militar, y donde aprendían artes y
oficios, y el calmécac, que era la
escuela para los nobles, a quienes se entrenaba militarmente y se educaba para
ocupar altos puestos en el estado o para ejercer el sacerdocio. Los que
escogían esto último permanecían en el calmécac toda su vida. Los maestros se
encargaban de explicar las pinturas de los códices y hacían que los estudiantes
aprendieran de memoria himnos, poemas, discursos y relatos tradicionales.
Los alumnos del
calmécac servían en el templo desde que ingresaban en él; por su parte, los del
telpochcalli debían ayudar en las labores del campo, en la construcción de
casas y participar en la guerra como escuderos. Los jóvenes permanecían en la
escuela hasta que se casaban, cosa que ocurría entre los 20 y 22 años.
También había
escuelas para preparar a las jóvenes como sacerdotisas; allí aprendían a tejer,
a trabajar la pluma y a servir al culto del templo. Pero, la mujer estaba en
situación de inferioridad con respecto al hombre. Desde niño, el tlaxcalteca
debía someterse las leyes establecidas, si cometía algún delito como robar o
asesinar, era severamente castigado por tribunales especiales o por el propio
pueblo.
Bases científicas
Los
tlaxcaltecas tenían conocimientos de matemáticas, medicina, astronomía y
ciencias naturales, entre otras disciplinas, los cuales aplicaron en la
solución de problemas económicos y sociales.
Se contaba con
dos calendarios: uno ritual y otro solar. El ritual o religioso tenía 260 días
divididos en 20 meses de 13 días cada uno. El solar o civil tenía 18 meses de
20 días, más cinco días que se consideraban nefastos o malos llamados
nemonteni. Cincuenta y dos años integraban un siglo. Para elaborar su
calendario, se basaron en cálculos matemáticos y en observaciones astronómicas
que regían, en buena medida, los destinos de la población. Observaban los
astros y otros fenómenos naturales como los eclipses.
En cuanto a sus
conocimientos de medicina, curaban fundamentalmente por medio de plantas,
hierbas, raíces, hojas y cortezas de árboles, con las que elaboraban bebidas,
polvos, gotas, pomadas y emplastos medicinales. Llegaron o curar con más
eficacia que los europeos de la misma época diversas enfermedades, así como
quemaduras, heridas, hemorragias y picaduras de animales ponzoñosos.
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