Fachada del Museo de Artes y Tradiciones Populares, Tlaxcala.
Dispuesto en
el interior de un moderno y sencillo edificio, este museo reúne una importante
muestra artesanal .
Dispuesto en el
interior de un moderno y sencillo edificio, este museo reúne una importante
muestra artesanal que se reparte en seis salas de exposición dedicadas al medio
ambiente y la historia; la vida doméstica; creencias y prácticas católicas
populares; taller textil familiar; técnicas de producción y ferias y fiestas
tradicionales. Dispuesto en el interior de un moderno y sencillo edificio, este
museo reúne una importante muestra artesanal que se reparte en seis salas de
exposición dedicadas al medio ambiente y la historia; la vida doméstica;
creencias y prácticas católicas populares; taller textil familiar; técnicas de
producción y ferias y fiestas tradicionales.
Destaca de manera
especial la museografía, pues el museo fue creado pensando en los artesanos del
estado, y en algunas de las salas son ellos mismos los que sirven de guías y
explican la forma en que muchos de los objetos son fabricados. De esta manera
se exponen una cocina otomí, un dormitorio con todo su mobiliario, trajes
tradicionales otomies, ropa típica como blusas de manta bordadas con hilo y con
chaquira, ceñidores y tejidos en general, amén de múltiples objetos de uso
cotidiano como imágenes religiosas, floreros, candeleros y velas para
ceremonias.
En la planta alta
es interesante ver el taller textil en el que se muestran diversos tipos de
telares para variados productos, como los tapetes anudados a mano, gobelinos y
cobijas de lana, todos provistos con sus accesorios.
Al final del
recorrido, se pueden apreciar: una reproducción pequeña de un tinacal, con
todos los elementos indispensables para la elaboración del pulque; una muestra
de instrumentos musicales y una buena variedad de máscaras y trajes típicos
ceremoniales, provenientes de algunas de las regiones más importantes del
estado.El museo cuenta con una modesta tienda de artesanías en la que se
expende una gran variedad de productos. U
bicación: Av.
Emilio Sánchez P. Núm 1
Interior del Museo
Nacional del Titere.
En Tlaxcala,
desde el porfiriato, las colecciones han ido cobrando mayor importancia gracias
al interés de diversas personas.
Este esfuerzo
favoreció la creación de varios e interesantes museos, como el Taurino, el
Museo Nacional del Títere, en Huamantla, y el Museo Vivo de Arte y Cultura
Popular, en la capital del estado.
A partir de la
década pasada, Tlaxcala experimentó un nuevo impulso en el desarrollo de los
museos, el cual dio inicio con la reestructuración del Museo Regional y la
creación del Museo de la Memoria. En el primero, que ocupa los claustros del ex
convento franciscano de Nuestra Señora de la Asunción, sus colecciones fueron
organizadas de acuerdo con el principio histórico cronológico a fin de
presentar la rica herencia del legado cultural de nuestros antepasados. El
segundo, de carácter interactivo, se estableció con el propósito de mostrar no
sólo objetos materiales, sino también las mentalidades que dieron lugar a la
expansión de la cultura tlaxcalteca más allá de sus límites políticos.
Otros
interesantes museos son los de sitio en Cacaxtla, Xochitécatl, Tizatlán y
Ocotelulco, y los comunitarios en San Pedro Tlacuapan, Atlzayanca y San Pedro
Muñoztla.
La ausencia de un
museo de carácter tecnológico no impide apreciar en el estado algunas piezas
relacionadas con la industria textil en el parque recreativo “La Trinidad”, y
en los jardines de la Universidad Tecnológica, en Huamantla.
Para despertar
más admiración, está el Santuario de Nuestra Señora de Ocotlán, joya del
barroco americano, en cuyo Camarín de la Virgen se pueden apreciar piezas
únicas del arte virreinal tlaxcalteca.
Los museos no
solo contienen historia, sino que además la hacen, y en ellos se puede apreciar
la tradición de un estado cuya población resalta orgullosamente sus raíces.
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