Un territorio
donde la tradición ha marchado a la par de la modernidad, una historia
controvertida que ha incidido fuertemente en el rumbo de nuestro país, una
arquitectura monumental que nos muestra en pueblos y ciudades la conjunción de
las técnicas europeas con la prodigiosa ejecución de la mano de obra indígena,
éstos y muchos otros aspectos configuran lo que es el estado de Tlaxcala.
Orgullosos con la
celebración de su Quinto Milenio, los tlaxcaltecas representan uno de los
núcleos culturales más homogéneos del país, cuyas raíces pueden admirarse en su
arquitectura e iconografía prehispánicas y cuyos frutos contemporáneos lo
muestran sus múltiples artesanías y sus pintorescos carnavales y ceremonias
religiosas. Otros aspectos de profunda raigambre son, por la vertiente
indígena, la producción del pulque, y por la española, la gran afición a la
fiesta taurina.
Tlaxcala es un
estado de clima templado a frío. El volcán Malintzin es el sitio mayor y más
majestuoso; la sierra al norte de Tlaxco; la laguna de Atlanga, el Desierto de
Cuapiaxtla y la cascada de Atlihuetzía, son otros lugares de interés
geográfico.
No se puede
hablar de Tlaxcala sin mencionar, también, la arquitectura de su capital. De
igual manera que Ocotlán, con su basílica que representa la expresión máxima
del barroco; Huamantla con sus festividades que son prueba palpable de las
profundas raíces culturales que aquí se conservan. Sobresale de entre ellas la
dedicada a la Virgen de la Caridad, durante el mes de agosto, cuando se tienden
sobre las calles los famosos tapetes de aserrín y se realiza, una semana
después, la fiesta taurina, con toros de lidia que se sueltan para emoción de
los concurrentes; qué decir de Tlaxco, emplazada en la parte montañosa del
norte del estado y que muestra un paisaje de bosques, acantilados y arroyos.
En su plaza
central sobresale la iglesia de San Agustín, con su portada de cantera rosa; y
San Francisco Tepeyanco, un pequeño poblado en el que es posible admirar los
vestigios del exconvento de San Francisco y su templo con fachada estilo
fortaleza, son algunas de las opciones que están a disposición de los viaJeros.
Vale la pena, en
verdad, visitar Tlaxcala; la limpidez de su aire corrobora nuestra invitación.
Durante las
fiestas de agosto, la explosión de color y cultura en el Pueblo Mágico
Huamantla ponen en alto al estado entero.
Pequeño pero
bello, el estado de Tlaxcala se encuentra enclavado en el centro de la
República Mexicana, limitado por los estados de Puebla, México e Hidalgo. En pocos días podrás recorrer las maravillas que
encierra: encontrarás naturaleza, historia, cultura y una de las cocinas más
extravagantes del país.
Esta “tierra del
pan del maíz” es también tierra de magueyes y, por lo tanto, de pulque, de
volcanes, de zonas arqueológicas y de bellos templos, así como de haciendas
criadoras de toros de lidia. El turismo ecológico y de aventura es muy popular
en la entidad. Su infraestructura y servicios son excelentes, por lo que no
debes dejar de visitar este maravilloso pedazo de la geografía nacional.
Clima: subhúmedo en primavera y verano. Se
presentan calores moderados, con temperaturas menores de 30° C
No cosco estos lugares, espero algun día los pueda conocer, ya que vivo tan cerca.
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